Publicat: 24/03/2015

Eran las 23:08h del pasado 22 de marzo, cuando esta sonrisa traspasaba el plasma de mi televisor. Sin duda- pensé- el éxito es para los que sonríen, para los valientes, y Susana Díaz es la prueba. La noche del domingo, Susana contagió su alegría, su fuerza y su entusiasmo a todo el socialismo español. Su victoria es la esperanza de que es posible un nuevo tiempo, capitaneado por un Partido Socialista renovado, abierto a la ciudadanía, participativo, transparente, con savia nueva, ilusionado, un PSOE que ha aprendido de sus errores y de sus fracasos (esencial), pero que acumula también todo el saber y la experiencia de un partido centenario nacido para gobernar para las personas. Y dudo que ninguna otra formación política- ni tradicional ni emergente- pueda afirmar exactamente lo mismo.Susana Díaz gana las elecciones andaluzas

A las once de la noche, fue emocionante escuchar los vítores inéditos de “¡Presidenta, Presidenta!” con los que los socialistas andaluces recibieron a Susana Díaz en su sede. Victoria histórica: por primera vez una mujer gana las elecciones en Andalucía, un triunfo de la lucha por la igualdad.

Pero aquí no acaban los motivos de celebración. La victoria de Susana Díaz es también el triunfo de una nueva forma de entender la política. Hace cinco años, els PSOE andaluz recibió un toque de atención en las urnas; tenían que cambiar, escuchar más y mejor al ciudadano y tomaron buena nota. Díaz lo reiteró hasta la saciedad, que los intereses de los andaluces estaban por encima de todo y, por supuesto, también por encima de los intereses de partido. Así ha sido y así la gente se lo ha reconocido.

A la misma hora, en la sede de los populares, rostros de desolación manifestaban el hundimiento del PP. Ya no cuela, señor Rajoy, las personas ya no les ven como buenos gestores. Ni en Andalucía, ni en la Comunidad Valenciana ni en Gandia. Allá donde gobiernan han demostrado hacerlo para unos pocos, recortando en lo público, de forma oscura y de espaldas a la ciudadanía. Pero la ciudadanía se ha girado y les acaba de decir: “ya no más”.

Y también esa misma noche, a poca distancia de allí, asomó la cara de decepción de Teresa Rodríguez. En principio, no entendí su gesto: pasar de 0 a 15 diputados en un año es un éxito sin precedentes. Pero Podemos había salido a ganar y “la gente”, la entrecomillada, la que consideran “suya”, no les había dado el timón para liderar el cambio social, como así reconoció ayer la propia formación.

Resultados al parlamento andaluz

Es cierto que Andalucía es un “microclima”, como han acuñado algunos periodistas, y que sus resultados electorales no son extrapolables al resto de España. Pero también es verdad que son un buen indicador de los mensajes de los ciudadanos: se busca capitán para un nuevo rumbo; el PP no sirve y Podemos no es garantía.

Los socialistas valencianos, con Ximo Puig al frente, y la agrupación que yo misma encabezo en Gandia, hemos captado el mensaje: primero, las personas. Y en ese proyecto estamos entregando cuerpo y alma con la ilusión de que se abre un tiempo nuevo:

Es un nuevo tiempo para el diálogo, para coser, unir; y lo vamos a hacer desde la transparencia”  Susana Díaz, 22-03-2015

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