No es una novedad que os diga que para mí es siempre un placer visitar el Campus de Gandia de la Universitat Politècnica. Al fin y al cabo es mi casa. Es la institución donde crecí como Ingeniera y donde maduré como persona. Por eso, soy una convencida de la necesidad imperiosa de la interrelación entre Universidad e Instituciones Públicas como la que hoy en día presido.
Por eso, mi visita a esta jornada inaugural del congreso internacional sobre redes sociales, Comunica2, y bien lo sabéis, no es mi primer contacto con vosotros. En ediciones anteriores, ya siendo concejal del Ayuntamiento de Gandia, tuve el placer de acompañaros y disfrutar de algunas de las ponencias que se llevaron a cabo. Porque debo confesaros que este congreso conjuga mi estima hacia la universidad con mi afición (y casi pasión) por las redes sociales y las nuevas tecnologías.
USO DE LAS REDES SOCIALES COMO ALCALDESA
Sí. No me avergüenza decirlo. Soy una alcaldesa 2.0, hiperconectada Y no quiero decir que solo sea alcaldesa en el mundo online. Pero sí que es cierto que las redes sociales me ofrecen una ventana a la sociedad que me acerca a los vecinos de Gandia. Las redes sociales son la herramienta perfecta para un gobierno como el que presido, que quiere poner en relieve dos aspectos que la ciudadanía considera más básicos cada día que pasa: participación y transparencia.
Mis perfiles en Twitter, Facebook, LinkedIn o Instagram, así como mi blog personal, son un acceso directo al despacho de Alcaldía. Desde allí, cada día, recibo consultas, peticiones, reflexiones y, cómo no, algunas críticas. Nunca antes los políticos habíamos estado tan al alcance de sus ciudadanos para expresar lo que deseen. Y, desde luego, es una oportunidad que muchos aprovechan. Bendita cercanía, aunque nos lleve, a mí y a mi equipo de comunicación, varias horas al día de atención a las redes sociales. Pero debo decir que vale la pena. Son horas invertidas en las personas, y esa inversión no tiene precio.
Vivimos tiempos agitados y convulsos para la política. Decir que eres político provoca de inmediato suspicacias y recelos, casi tanto como decir que eres community manager. Pero a mí me gusta pensar que no estamos en un momento de ruptura de la sociedad con la política, sino en un momento de revisión de derechos y obligaciones de los políticos para con nuestros ciudadanos.
No es cierto que la ciudadanía “pase” de la política. Os lo aseguro. Tendríais que ver los comentarios que llegan a mi web o mi buzón de mensajes privados de Facebook. Al revés: muchos ciudadanos se preocupan diariamente por lo que pasa. Se indignan, protestan, proponen y se manifiestan. Porque no se alejan de la política; al revés, piden mayor participación. Piden ser escuchados y tenidos en cuenta. Piden cercanía, participación y transparencia.
Las redes sociales nos permiten esa plataforma de contacto directo con el vecino, y nos permite saber cuáles son sus inquietudes, sus quejas, sus ideas, y, algo que nos gusta mucho a los políticos: pulsar qué opinión tiene la ciudadanía sobre una decisión que hemos tomado como gobierno. En definitiva, las redes sociales nos permiten conocer mejor a nuestros vecinos, al menos a una parte importante de todos ellos.
Me gusta presumir de que en estos ocho meses de gobierno, cada semana hemos solucionado del orden de cinco incidencias que me han hecho llegar personalmente a mis perfiles en redes sociales. Una cifra a la que habría que sumar las que llegan a otros perfiles “oficiales”, tanto de la institución a la que representamos, como de otros compañeros y compañeras con responsabilidades de gestión.
Por eso defiendo que las redes sociales, de algún modo, se han convertido en un auténtico servicio de atención a la ciudadanía que, bien usado, es una revolución en constante crecimiento y mejora. De hecho, ya son muchas las incidencias que nos llegan directamente con una fotografía, un enlace o incluso un hashtag, algo impensable unos años atrás. Poniendo en valor la inteligencia colectiva y el empoderamiento ciudadano.
CRÍTICAS, TODAS. INSULTOS Y TROLLS, NO
Cierto es que la temida, y por muchos odiada “politización”, tiene su cuota de protagonismo en las redes sociales. Una politización mal entendida y, en muchas ocasiones, mal gestionada por los usuarios de las redes. Porque esa ventana abierta de la que hablaba antes, no tiene, ni para lo bueno ni para lo malo, cortapisas ni limitaciones. Parece que todo vale y a todo se le da credibilidad. Y, por desgracia, cuesta mucho combatir la rumorología y las falsedades vertidas a través de las redes sociales.
Punto aparte merecen los “trolls”. Esos seres que pululan por el ciberespacio y que suelen ser incansables. Como os podéis imaginar, como alcaldesa, sé de lo que hablo. Por suerte, mi equipo de redes, ese que muchos conocen ya como «EQUIPO DIANA», actúa con sensatez y rigor y entre todos separamos la crítica o comentario negativo, que hay que respetar y tolerar siempre, del insulto o la insistente actividad dañina de perfiles generalmente falsos que solo pretenden generar mala reputación o embarrar el diálogo con el ciudadano.
FORMACIÓN Y AUTOCRÍTICA
Tenemos una magnífica herramienta a nuestro alcance, sí. Un canal de comunicación en constante evolución y expansión. Pero se necesita una mayor y mejor formación y educación al respecto. Y no solo hablo de una formación para evitar la “politización” que comentaba. Hablo de problemas mucho más graves como la dependencia de muchos adolescentes (y no tan adolescentes) a las redes sociales; hablo de la falta de intimidad que en ocasiones sufrimos en las redes sociales; hablo, como no, de los problemas que, cada vez con mayor frecuencia, afectan a menores de edad en muchos países.
Y ahí los políticos también debemos hacer una cierta reflexión y un poco de autocrítica. Porque el sistema educativo y formativo de los más jóvenes debe adaptarse a una mayor velocidad a las realidades que nos rodean y que marcan nuestro día a día. A veces nos centramos únicamente en aspectos ideológicos y de creencias en las leyes educativas, y dejamos de lado la educación y la formación en lo que verdaderamente importa y en lo que realmente viven y manejan cada día los niños y niñas que van a la escuela.
¿En 2016 no deberíamos enseñar en colegios e institutos la importancia de saber construir y gestionar la identidad y reputación digital? ¿No deberían potenciarse los talleres formativos para padres y adolescentes sobre cómo detectar el acoso en la red? ¿Las universidades no tendrían que ofrecer asignaturas transversales sobre cómo usar los social media para potenciar la marca personal y una visibilidad en la red que facilite la empleabilidad de nuestros universitarios? Creo que todos estamos convencidos de que la respuesta es: sí.
Por eso, propuestas que tratan de profundizar en el análisis del uso de las redes sociales como es este congreso, son siempre bienvenidas. La Universidad, una vez más, nos ayuda a suplir algunas carencias del sistema aportando conocimiento, experiencia y análisis al servicio de la sociedad. Y, en este caso, de paso sea dicho, ayuda a atraer a Gandia a expertos y especialistas que espero pasen unos días agradables en nuestra ciudad y hablen bien de Gandia en las redes sociales. Ya sabéis que la buena publicidad es impagable. Ojo, la BUENA publicidad y la BUENA reputación.
MENOS SHORE Y MÁS COMUNICA2
Para finalizar, os contaré un secreto. Como ya os he dicho, soy seguidora del Comunica2 desde sus inicios y como gandiense, y tuitera, siempre me ha llenado de orgullo que el hashtag del evento fuera siempre trendig topic en toda España situando a Gandia, mi ciudad, nuestra ciudad, en un referente del conocimiento, la innovación y el progreso.
Frente a otros dirigentes políticos que manifestaban aquello de que «lo importante es que hablen de Gandia, aunque sea mal» yo apuesto por el lema «menos Shore y más Comunica2». Y os aseguro que somos mayoría en esta reivindicación. Recuerdo con mucho cariño un tuit de la presentadora de los 40 Principales, y gran embajadora gandiense, Cristina Boscá, que hace ahora 3 años enviaba este tuit:
Por cierto, me consta que Cristina también está muy relacionada con este Campus que tiene tanto «talento y calidad». Estudió Comunicación Audiovisual aquí, igual que los estudiantes que siempre han colaborado y han hecho posible que el Comunica2 haya llegado a la sexta edición. Sin duda, la cantera del Campus de Gandia de la UPV es sobresaliente.
INTERVENCIÓN EN EL CONGRESO SOBRE REDES SOCIALES COMUNICA2
CAMPUS DE GANDIA DE LA UPV. 25 / 02 / 2016