Publicat: 10/02/2015

En una época en la que tantas personas y tantas familias se las ven y se las desean para ganarse la vida dignamente, en la que tantos están tan cansados y tan desengañados; ante la exigencia ciudadana -que comparto- de saber cómo y gracias a qué viven sus representantes públicos, frente al actual alcalde de Gandia que nadie sabe a ciencia cierta de qué vive y que renunció a su sueldo pero no por altruismo ni mucho menos por filantropía –como él y sus palmeros quisieron hacernos creer- sino porque está judicialmente embargado quizás por especulador, digo que todos no somos iguales.

Convendrán conmigo que una cosa es hablar de transparencia, de claridad y de nitidez y otra, muy distinta, es practicarla. Predicar con el ejemplo es el mejor argumento. Y estos son los míos: vivo de un salario de 1.338 euros que mensualmente me paga el Ayuntamiento de Gandia como concejal desde junio de 2011 (unos 600 euros menos de lo que percibía en la empresa privada como ingeniera de Telecomunicaciones hasta ese momento); la última declaración de renta (año 2013) certifica que mis ingresos anuales son de 20.300 euros; desde el año 2010 tengo una hipoteca compartida por un piso de 120 m2 cuyo valor catastral asciende a 28.000 euros y tengo ahorrados unos 15.000 euros en la cartilla de un banco español. Nada de subordinadas, nada de pignoraciones, nada de ingeniería financiera, nada de testaferros, nada de créditos presuntamente irregulares (ni mucho menos investigados por el banco ni por la Audiencia Nacional). Nada.

Estos son los datos de mi declaración de bienes, de mi última nómina y de mi declaración de la renta. Esta es, fiscalmente hablando, Diana Morant, la candidata socialista a la alcaldía de Gandia: una persona normal que vive con poco más de lo que para el alcalde de Gandia son 1.000 euros de mierda.

Practicar la transparencia es uno de los compromisos irrenunciables para una nueva manera de gobernar Gandia, que es la que las personas reclaman en la calle; porque el gobierno y el equipo que acompañe a los Socialistas de Gandia en la próxima legislatura también la practicará: al entrar, cada año, y al salir. En la web dianamorant.es, en el epígrafe Transparencia, está todo al alcance de todos. En época de dudas, el contraste no ayuda a generar certezas. No es de fiar quien tiene algo que ocultar y de opacidad, engaños y medias verdades los gandienses ya estamos más que servidos en estos últimos cuatro años.

Ya es hora de descorrer las cortinas, subir las persianas, abrir las ventanas y hacer que corra el aire. Y ya es hora de que se haga la luz entre tanta sombra, tanta turbiedad y tan ruinoso “coste cero”.

Diana Morant Ripoll.

Concejala del PSPV-PSOE y candidata del PSPV-PSOE a la alcaldía de Gandia

 

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