Me considero una persona animalista, que ama y respeta a los animales y que, desde que entré en política, primero en la oposición y ahora desde el gobierno, he tratado de imprimir ese sentimiento en mi manera de trabajar. Durante la pasada legislatura estuve al lado de cientos de animalistas que se manifestaron contra el maltrato animal en las corridas de toros en Gandia. También defendí, junto a mis compañeros, los derechos de SPAMA, encargada hasta ahora de la recogida de animales, cuando el anterior gobierno no pagaba por su servicio y complicaba mucho la realización de su tarea y el mantenimiento de una vida digna para las mascotas que llegaban al refugio de la protectora.
Ya como alcaldesa, en Gandia se han acabado las corridas de toros, se han acabado las atracciones de feria y los circos con animales, y han desaparecido las demostraciones y espectáculos con animales que había en mercados medievales durante las fiestas. No hemos alardeado de ello, porque sencillamente consideramos que era una cuestión de justicia. Pero estamos satisfechos con esas pequeñas decisiones que han hecho la vida más fácil a decenas de animales en nuestra ciudad.
EL CASO SPAMA
Cuando llegamos al gobierno, uno de los múltiples problemas que heredamos fue el de la recogida de animales. Se le adeudaba a SPAMA una cantidad considerable (superior a los 100.000 euros) y, por imperativo legal, ya no podíamos seguir trabajando como hasta ahora, cuando el Ayuntamiento pagaba un convenio a SPAMA para cubrir este importantísimo servicio. Pero lo primero que abordamos fue solucionar la cuestión económica. Con la dificultad de siempre, pagar las deudas de las legislatura anterior y seguir mantenido el servicio en condiciones.
Se realizó un plan de pago y se saldó prácticamente la totalidad de la deuda con SPAMA. Se pagaron más de 100.000 euros y, a fecha de hoy, la deuda es de unos 26.000 euros, correspondientes a facturas desde julio hasta la actualidad.
Debido a la cantidad de dinero que se paga, la ley nos obliga a sacar a concurso público este servicio, lo que hace posible que opten a realizar la recogida de animales tanto empresas como protectoras de animales, también por imperativo legal. Primer temor: podría presentarse una perrera, por lo que había que blindar el pliego de condiciones. Y así lo hicimos, tomando como modelo el pliego de la ciudad de Barcelona.
La segunda cuestión era darle un marco legal a la prestación del servicio mediante la realización de un concurso público. Y nuestra primera sorpresa al iniciar los trámites fue que, estando aún abierto el plazo para presentación de ofertas, comenzamos a recibir insultos por parte del entorno de SPAMA, que nos acusaba de sacar un pliego de condiciones que abría la puerta al sacrificio de animales. Para mí fue una decepción leer esas palabras, porque tanto en público como en privado, siempre he manifestado mi sentimiento animalista. Y nunca, bajo ningún concepto, habría permitido que en mi ciudad se sacrificaran animales.
La siguiente decepción fue constatar que SPAMA, tras décadas prestando el servicio, decidía no presentar oferta para seguir llevando a cabo la recogida de animales. Lógicamente, estaban en su derecho de no hacerlo, pero también debían ser conscientes de que, con esa decisión, difícilmente explicable, perdían cualquier derecho legal para poder renovar al frente de la prestación de este servicio. Se autoexcluyeron. Los que sois amigos de SPAMA lo primero que deberías preguntaros es por qué no se presentaron, si tanto miedo tenían a que entrara otro a prestar el servicio.
INSULTOS Y DIFAMACIONES CARGADAS DE FALSEDADES
Desde ese momento, mis compañeros de gobierno y yo misma hemos sido objeto de críticas, insultos e incluso amenazas, llegadas la mayor parte de ellas del entorno de SPAMA, que incluso ha permitido y alentado que en sus propias redes sociales se nos llame auténticas barbaridades.
Lo cierto es que no daba crédito a lo que leía. No sé muy bien por qué, aquellos a los que apoyé durante años en sus justas reivindicaciones, con los que estuve en campaña para mostrarles mi apoyo a sus reivindicaciones, ahora nos insultaban sin aportar argumentos, con falsedades y conjeturas, acusándonos de ser lo contrario de lo que somos y apoderándose del sentimiento animalista, como si solamente fuese patrimonio de unos pocos. La información usada desde ese momento para desprestigiar a este gobierno ha estado plagada de inexactitudes y datos muy alejados de la realidad. Y me hago varias preguntas:
- ¿Por qué hacer las cosas dentro de la legalidad y con transparencia es algo negativo?
- ¿Por qué hay personas que han olvidado nuestras trayectorias personales y la de nuestros partidos y se han creído solo lo que decía una parte interesada sin concedernos si quiera el beneficio de la duda?
- ¿De verdad alguien se puede creer que el concejal Xavi Ródenas o yo misma queremos que se maten perros de manera indiscriminada?
- ¿Desde cuándo reparte SPAMA los carnets de animalista o tiene el monopolio del cuidado de nuestros animales?
EN GANDIA NO SE VAN A SACRIFICAR ANIMALES
Comenzaré asegurando, con rotundidad y sin miedo a equivocarme, que en Gandia NO SE VAN A SACRIFICAR ANIMALES. Y no se hará porque es voluntad de este gobierno que Gandia siga siendo una ciudad libre de maltrato animal. Preocupados por las denuncias de SPAMA,preguntamos a la única empresa que opta a la adjudicación por esta cuestión, y por escrito nos respondió que solamente se sacrificarán animales con enfermedades terminales, y siempre con un informe médico que así lo avale y con la autorización previa del Ayuntamiento de Gandia. Es decir, tal y como se venía haciendo hasta ahora.
No contentos con esto, nos pusimos en contacto con nuestros compañeros del Ayuntamiento de Torrent, que llevan dos meses trabajando con la única empresa que ha presentado oferta en Gandia, Seproanimal. Allí nos comentaron que, cuando adjudicaron el servicio, también recibieron críticas injustificadas basadas en el desconocimiento real de la labor que lleva a cabo dicha empresa, pero que dos meses después, están muy contentos con el trabajo realizado y pueden confirmar, con total rotundidad, que no se ha sacrificado a ningún animal.
UN CONCURSO PÚBLICO Y TRANSPARENTE
Pero como queremos estar más seguros y tranquilos con la adjudicación, hemos anunciado la creación de un Consell Animalista, que dará voz y participación a las entidades animalistas de la ciudad y que será el encargado, junto con los técnicos municipales, de supervisar y fiscalizar el cumplimiento del contrato, garantizando así que en Gandia no se sacrifiquen animales. Y al más mínimo incumplimiento, se romperá el contrato. Esa es nuestra palabra, que además encaja con nuestro espíritu de gestión transparente y participativa.
Además, y para facilitar la labor de revisión del contrato, la oferta presentada prevé la creación de unas instalaciones en las inmediaciones de Gandia y en las que descansarán los animales que recoja la empresa. No habrá que desplazarse a 200 km, como algunos denunciaban.
Estas son las verdades de un concurso público y transparente que, muy probablemente, será el que más mesas de contratación celebre antes de certificar la concesión del servicio. Y es así porque hemos puesto mucha atención, mucho cariño y mucho cuidado para garantizar el bienestar de los animales. Porque de no ser así, sinceramente, no se adjudicaría el servicio a dicha empresa.
Una vez haya finalizado el proceso de adjudicación y miremos atrás, seguramente veremos que podríamos haberlo hecho mejor (nadie es perfecto). Pero de lo que no nos cabe la menor duda es de que Gandia seguirá siendo una ciudad que ama, respeta y cuida a sus animales.
Por el camino, tenemos que lamentar esos insultos y amenazas que hemos recibido y que no son dignas de una ciudad como Gandia. Porque se nos ha insultado por llevar a cabo un proceso de adjudicación público, transparente y garantista con los animales. Y se ha realizado a través de una campaña que empezó incluso antes de que finalizara el proceso de adjudicación. Nos acusaron de cometer un crimen que ni si quiera había sucedido. «¡¡ASESINA!!», ¿asesina? Este es el nivel de argumentación empleado por algunas personas.
Como suelo decir, estoy convencida de que el tiempo nos acabará dando la razón. Para saberlo con certeza, tendremos como aliado al Consell Animalista, donde os invito a participar a todos los que, como yo, os sentís amantes de los animales. Yo os prometo que revisaré al milímetro el cumplimiento del contrato. Juntos seguiremos haciendo de Gandia una ciudad amiga del mundo animal.
