Publicat: 09/07/2015

El sano ejercicio de la transparencia es una obligación para los políticos de hoy en día. Y es un derecho que tienen los ciudadanos saber qué pasa con su dinero. Y estas dos premisas, en ocasiones, nos llevan a tener que hablar de lo que se hizo en el pasado, porque solo así se pueden entender algunas decisiones que se toman en el presente.

Muchos le echan en cara al actual gobierno que se haya recortado en actividades para el verano. Cierto es que hay que invertir en estos meses para atraer el turismo, pero más cierto es que uno tiene que pagar por lo que gasta. Y cuando llegamos al gobierno nos encontramos con deudas y más deudas, porque los anteriores gobernantes no pagaban a nadie más allá de a sus amigos. Y ahora nos toca apechugar.

Cada día detectamos un nuevo pufo, como un enfermo al que le diagnostican un nuevo tumor al pasar revisión diaria. Ayer nos enteramos de la deuda con Iberdrola y de que hemos estado a punto de quedarnos sin luz, porque la compañía nos advertía de que nos cortaba el suministro si no pagábamos, advertencia que llegó al Ayuntamiento el 4 de junio, días antes de la investidura. El montante subía a más de 1.363.000 de euros (facturas desde diciembre de 2013).

¿Qué le ocurre a una familia si deja de pagar la luz durante más de un año? Que al primer mes ya se la habrían cortado… Y lo de hoy ha sido peor: 461.000 euros de deuda de teléfonos (con una cantidad asombrosa de enchufados que se comunicaban con teléfonos pagados por todos los gandienses), 31.000 euros a Correos y, lo más alarmante, más de 16 millones de euros a la empresa de recogida de basuras (la contrata es de 700.000 euros mensuales, luego DEBEMOS MÁS DE 22 MESES COMPLETOS).

Esta última deuda es especialmente alarmante, teniendo en cuenta que de aquí se pagan nóminas de trabajadores. En realidad, todas las contratas con empresas tienen trabajadores afectados por los impagos, claro. El Ayuntamiento de Gandia debía haber estado pagando a dicha empresa la cantidad mensual contratada de 700.000 euros. El gobierno del PP lleva meses abonando menos de 500.000 euros, lo que supone que cada mes generaba una deuda de más de 200.000 euros.

Con esta situación, ¿cómo va este gobierno a pagar actividades en la playa por valor de un millón de euros que había apalabrado el anterior gobierno? ¿Cómo íbamos a pagar 200.000 € por un concierto o 90.000 € por un desfile de modelos? Lanzar mensajes populistas es muy fácil, pero hablamos de un enfermo en la UCI, con diagnóstico de muerte. Hablamos de nóminas, de ayudas como la renta garantizada, comedor para niños y servicios públicos en peligro por los impagos del anterior gobierno.

Por eso pedimos un poco de responsabilidad y de vergüenza. Ya que no pagaron nada de lo que hicieron, que dejen al menos trabajar a este gobierno que trabaja para poner orden, sensatez y honestidad y trata de solucionar todo lo que se arrasó en cuatro años.

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